Capitulo I "Parte II"

Me dirigí rápidamente hasta la mesilla de noche de mi padre.
Abrí el cajón sin pensarlo, y saqué el revólver, junto con la cajita de las balas.
El arma era un, "Revolver, calibre 38 “, en la cajita ponía , "Cal. 38 mm K", me la metía en el bolsillo del pijama, mi padre en muchas ocasiones me había dicho como se disparaba con ese tipo de armas y como se debía meter las balas en la recamara , pero nunca había practicado como apuntar y como no fallar en el disparo , aún así , no lo pensé 2 veces .Abrí la recama del revolver y miré ha dentro , tenía 5 balas. A mi madre la había dejado junto a la televisión del salón, con un cuchillo de carnicería, parecía algo nerviosa, pero al verme con el revolver, se puso todavía más, solté una carcajada, y me miró con ojos de asustada, salí por el pasillo y me dispuse a abrir las puertas de toda la casa.
Al llegar a la cocina , abrí con cuidado la puerta , como había echo con todas las anteriores , pero esta vez , encontré otro charco de sangre , junto a unos de los cajones abiertos , me dispuse a pasar a la nevera y coji una coca-cola , de los nervios me había entrado sed , pero al girar la cabeza hacia la derecha , vía una sobra que pasaba , me sobresalte , el refresco se cayó al suelo haciendo un sólido estridente, el contenido se esparció por el suelo , eso iba a dejar mancha , pensé , me dispuse a salir de la cocina , cuando vi a mi madre muy asustada , me dijo que había visto una sombra pasar , le asentí con la cabeza , yo cambien la había visto .
Entré con rapidez a el cuarto de baño, no era por hacerme el fuerte, pero estaba algo cansado, recorrí toda la casa abriendo puertas y cerrándolas, buscando por todo los lados se donde habían salido aquellos charcos. Abrí la puerta del baño, estaba oscuro, asíque encendía la luz, algo se me hecho encima, algo pesado y empezó a abrir y cerrar una boca asquerosa, llena de sangre, parecía que lo que tenia encima, nunca se había lavado los dientes. Le propiné una patada en el pecho y este salio despedido hacia el cristal , le apunté a la cabeza y disparé , la trayectoria de la bala , no fué a la cabeza sino a su mandíbula , "eso" seguía moviéndose , como si nada le hubiera pasado , le propine con el arma un fuerte puñetazo que le hizo retroceder , esta vez si que le hice algo de daño , porque eso , ya no tenia tanta agilidad como antes , me alejé y volví a apuntar , esta vez apunte a su mandíbula por si la trayectoria se volvía a desviar,
!bingo! grité desesperadamente , el disparo se penetró en su cabeza , haciéndola explotar, había visto muchas películas , sobretodo , de zombies , sabia que fuese lo que fuese un disparo en la cabeza , seria mortal , y así fue .

Capítulo I " Parte I"

Estaba yo sentado a al borde de la cama, observando con atención la televisión frente a mis ojos, de repente escuché en que decían que un virus se había propagado por toda Europa, mis ojos se quedaron como dos platos abiertos, al oír la noticia.
Me recosté sobre la blanda almohada pensando en aquello que hay escuchado por la televisión.
De repente escuché mi perro ladrar desesperadamente a la calle, me levanté rápidamente de la cama y miré a la calle, pero allí no había nadie.
Mi casa era bastante grande, costa de una casa grande en el centro en del terreno, y un amplio jardín rodeándola.
Escuché en el amplio pasillo, como alguien o algo arrastraba los pies, me sobre salté.
En la mesilla a la derecha de cama, se encontraba una pequeña lamparilla con una tremenda base de metal.
Sin dúdalo, la cogí como un bate de béisbol, encabezando la base hacia arriba, me disponía a salir de mi habitación, abrí la puerta con tremendo cuidado, y rápidamente encendí la luz, en el pasillo se situaba como unas tremendas manchas de sangre. Rápidamente me es encaminé hacia el salón, ya que allí hacia mi madre, al llegar al salón no había nadie.
Pensé que mi madre ya se había ido a dormir, corriendo, me encaminé a su dormitorio, abrí la puerta y ví a mi madre tumbada, la desperté, y se sobresalto, parece que la asuste, pero más me había asustado yo al oír el arrastrar de los pies de eso por mi pasillo. Se lo conté a mi madre, pero ella no se creyó nada. La cogí el brazo y la llevé hasta las manchas de sangre del pasillo, se las enseñé, y la dije que si eso no se lo creía, ella sintió con la cabeza, y me dijo que llevaba razón.
Nos acordamos, que mi Padre guardaba un revólver en la mesilla de la izquierda de su habitación, junto con un estuche de balas, es decía que era para protección de nuestra casa, quiero un barrio un peligroso, y que podría venir cualquiera robarnos. Mi Padre no estaba en ese momento en casa, se encontraba trabajando a las afueras de España.