Capítulo I " Parte I"

Estaba yo sentado a al borde de la cama, observando con atención la televisión frente a mis ojos, de repente escuché en que decían que un virus se había propagado por toda Europa, mis ojos se quedaron como dos platos abiertos, al oír la noticia.
Me recosté sobre la blanda almohada pensando en aquello que hay escuchado por la televisión.
De repente escuché mi perro ladrar desesperadamente a la calle, me levanté rápidamente de la cama y miré a la calle, pero allí no había nadie.
Mi casa era bastante grande, costa de una casa grande en el centro en del terreno, y un amplio jardín rodeándola.
Escuché en el amplio pasillo, como alguien o algo arrastraba los pies, me sobre salté.
En la mesilla a la derecha de cama, se encontraba una pequeña lamparilla con una tremenda base de metal.
Sin dúdalo, la cogí como un bate de béisbol, encabezando la base hacia arriba, me disponía a salir de mi habitación, abrí la puerta con tremendo cuidado, y rápidamente encendí la luz, en el pasillo se situaba como unas tremendas manchas de sangre. Rápidamente me es encaminé hacia el salón, ya que allí hacia mi madre, al llegar al salón no había nadie.
Pensé que mi madre ya se había ido a dormir, corriendo, me encaminé a su dormitorio, abrí la puerta y ví a mi madre tumbada, la desperté, y se sobresalto, parece que la asuste, pero más me había asustado yo al oír el arrastrar de los pies de eso por mi pasillo. Se lo conté a mi madre, pero ella no se creyó nada. La cogí el brazo y la llevé hasta las manchas de sangre del pasillo, se las enseñé, y la dije que si eso no se lo creía, ella sintió con la cabeza, y me dijo que llevaba razón.
Nos acordamos, que mi Padre guardaba un revólver en la mesilla de la izquierda de su habitación, junto con un estuche de balas, es decía que era para protección de nuestra casa, quiero un barrio un peligroso, y que podría venir cualquiera robarnos. Mi Padre no estaba en ese momento en casa, se encontraba trabajando a las afueras de España.

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